jueves, 8 de enero de 2009

Marionetas

Dicen que el alcohol despierta nuestro lado más oscuro, el más animal. Nuestras palabras o incluso nuestros movimientos parecen estar gobernados por unos hilos en cuyo extremo aparecen las manos de alguien con mucha mala leche, pero en ocasiones esos hilos son incapaces de transmitir el movimiento deseado y es entonces cuando nos revelamos sacando de nuestro interior todo aquello que nos hace estar por encima del resto, una búsqueda de la belleza basada en encontrar una infinidad de imperfecciones que solo un genio en plena inspiración es capaz de darle forma y sentido, revelándonos una obra maestra que tan solo los elegidos son capaces de disfrutar.

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