martes, 16 de diciembre de 2008

Mujeres

Ojalá Wendy fuera esa camarera capaz de usar su campanilla para hacerme disfrutar de placeres tan solo comparables con los de una copa de ron acompañado de buena gente.

¿Soy feliz por que tengo ante mí a la mujer de mis sueños? ¿O el más infeliz por que veo que otra vez se me vuelve a escapar?

Alcohol y belleza. Destello de perfección o presagio de locura. Dios!! me enamoro cada 5 minutos.

Esta noche acabo con el cuello partido que no el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario